Al entender los factores psicosociales en el trabajo, el departamento de RRHH podrá tomar medidas para mejorar el ambiente laboral. Mismas que deben ser promovidas entre los colaboradores hasta generar una cultura de prevención de riesgos laborales.
Con este artículo ahondamos en qué son los factores psicosociales en el trabajo, y cuáles son los riesgos psicosociales más frecuentes.
¿Quieres tener un equipo de trabajo productivo, eficiente y competitivo? Te dejamos esta guía para ayudarte a controlar las situaciones de riesgos psicosociales.
Qué son los factores psicosociales
Los factores psicosociales son los medios materiales y las condiciones que rodean el trabajo. Están relacionados con diversos aspectos como: la manera en qué está organizado el trabajo; las tareas que hacemos; la forma de hacerlas. También quién hace el trabajo, con qué se hace, con quién se hace, dónde se hace y cuándo se hace.
En ese sentido, impactan en tres vías: en el trabajo en sí, en las condiciones laborales y en las personas. Es decir, pueden afectar el desarrollo y calidad del trabajo; pero también la salud del trabajador.
Entre los factores psicosociales del lugar de trabajo hay condiciones muy obvias como el ruido; pero también otras que suelen pasar desapercibidas como la iluminación o la temperatura.
En cuanto a los factores psicosociales del trabajo como tal mucho tiene que ver la planificación y diseño de los puestos. Tampoco podemos dejar de lado la dinámica implementada y la carga asignada.
Por otro lado, entre los factores psicosociales de la persona hay gran diversidad de ejemplos. Nos referimos a las características de cada trabajador, entre ellas: su formación y conocimientos; también la experiencia en el cargo o en el sector y sus aspiraciones. Asimismo, las cualidades blandas como capacidad para tomar decisiones, para liderar, para negociar o su capacidad de adaptación a los cambios.
Y llegado a este punto, llega el momento de hablar de los factores de riesgo psicosocial que son el foco de la NOM 035 y razón para seguir leyendo.
Por qué gestionar desde la empresa los factores psicosociales
Básicamente el objetivo de gestionar los factores psicosociales es mantener a raya los riesgos laborales.
En México tenemos Normas Oficiales Mexicanas. Entre ellas, la NOM 035 proporciona una definición de los factores de riesgo psicosocial. La misma ofrece un marco regulatorio que ayuda a gestionar los riesgos en cuanto a seguridad, salud y bienestar mental de los trabajadores.
Según la NOM 035 STPS, el patrón debe identificar, evaluar y analizar factores de riesgo psicosocial. Esto con el fin de adoptar medidas para prevenir y controlar su alcance.
Factores de riesgo psicosocial y acción por parte de RRHH
Estrés
En el ambiente laboral, hablamos de estrés cuando existe un desequilibrio entre las exigencias del trabajo y la capacidad de respuesta del trabajador. La persona no se siente capaz de responder a lo que se le exige.
Sin embargo, tengamos en cuenta que el estrés en buena medida ayuda a reaccionar, pues impulsa a la persona a buscar adaptarse a las necesidades del trabajo.
Cuando el nivel de exigencia supera el límite que la persona puede soportar tiene consecuencias adversas para la salud.
Así, el estrés logra afectar tanto el comportamiento del trabajador, como su estado de ánimo, rendimiento y compromiso con la empresa.
En México, la presión en el entorno laboral es alta y puede provocar la saturación física y/o mental del trabajador. De hecho, a pesar de destacar por su competitividad y nivel de profesionistas, México padece un alto índice de trabajadores con fatiga laboral por estrés. Conforme a la información que maneja el IMSS, se trata de un 75% de los mexicanos activos laboralmente.
Superando a países como China y Estados Unidos, México además es el país donde más horas al año se trabaja.
Aparte de las consecuencias que afectan la salud, también debes considerar que el entorno próximo del colaborador que padece de estrés también se ve afectado. Estar expuesto a personas en situaciones de estrés, puede aumentar los niveles de cortisol del observador.
Todo esto es altamente perjudicial para la empresa, puesto que no sólo la persona mostrará una reducción de productividad. También será emocionalmente inestable y seguramente tendrá que lidiar con problemas en el hogar, descenso en la calidad de vida y enfermedades.
Burnout
El Síndrome de Burnout o síndrome del trabajador quemado genera en el colaborador un sentimiento negativo hacia su puesto de trabajo. También se ve afectada su habilidad para relacionarse con sus compañeros u otras personas.
El trabajador asume una actitud negativa y cualquier mínima tarea le resulta un esfuerzo inmenso.
Este síndrome afecta mucho al trabajador en lo personal y puede acarrear problemas tales como:
- Abuso de medicamentos, estimulantes, café, tabaco, alcohol.
- Dificultad para relajarse.
- Aumento de conductas agresivas.
- Enfermedades.
- Sensación de cansancio continuo.
- Agotamiento emocional.
- Ansiedad o angustia.
- Sentimientos depresivos.
- Aumento de los problemas de pareja, familiares y de amistad.
- Aislamiento.
Esto obviamente repercute negativamente en la empresa, ya que se verá afectada la comunicación y las relaciones personales. El trabajador tenderá a asumir una conducta desagradable con el equipo de trabajo o con el cliente. Esto aunado a una menor capacidad de trabajo y menor compromiso con la empresa; se puede incrementar el absentismo, entre otras consecuencias.
Discriminación laboral
Acá hay un punto bien sensible que en la actualidad sigue de tarea para muchas empresas. Cuando los trabajadores tienen capacidades y formación similar pero son tratados de manera diferente por su género, raza, edad, religión, orientación sexual u otras características estamos ante discriminación laboral.
Por ejemplo, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), la tasa de participación femenina en cargos de liderazgo es una de las más bajas de la región.
Queda del departamento de RRHH mostrar su interés por dar las mismas oportunidades a todo su capital humano. Conforme a lo que se requiere es mucho el potencial que puede aprovechar la empresa, dando el justo valor a los profesionistas que integran su nómina.
Violencia laboral
Hablamos de violencia laboral cuando una persona está expuesta a conductas de violencia psicológica o física en el entorno de trabajo. Este tipo de conducta puede llegar al acoso o mobbing bajo ciertas características, tales como:
- Ocurre de forma repetida y continuada en el tiempo.
- Sucede de forma sistemática, es decir, suele hacerse de la misma manera, por ejemplo, siempre delante de los compañeros.
- Suele originarse desde una posición de poder (un jefe, un trabajador con más experiencia en la empresa, una persona más fuerte).
La violencia laboral llega a impactar en el trabajador, afectando su capacidad cognitiva, su salud, estado de ánimo e incluso su capacidad para relacionarse.
En ese sentido, es una conducta que puede provocar en el colaborador: problemas para concentrarse o prestar atención; también malestar corporal (dolores de cabeza o dolores musculares).
En general, es una situación que para el trabajador resulta difícil de controlar y puede incluso generar alteración del sueño, problemas de tensión alta, hasta ansiedad. También puede provocar aislamiento del equipo de trabajo o por el contrario comportamientos agresivos.
Si la persona siente una amenaza continua, esa sensación de ansiedad persiste fuera del trabajo. De ahí que sea tan delicado atender y mediar en situaciones conflictivas que evidencien violencia laboral.
De llegar al acoso esto puede causar enfermedades graves o empeorar alguna condición presente en la persona afectada. Esto puede desencadenar una fuerte depresión u otros trastornos severos.
Como encargado de gestionar el capital humano de la organización, la salud de los empleados debe ser una prioridad. Muchas son las herramientas tecnológicas que pueden optimizar procesos de trabajo, pero sin las personas no hay evolución.
Brecha salarial
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), las diferencias salariales entre hombres y mujeres aumentaron para el año 2022. Así lo reveló la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH); donde se expone que en tres meses un hombre gana 10,204 pesos más que una mujer. Se trata de una diferencia 13% mayor a la que existía en 2020.
Asimismo, en el estudio se resalta que dichas diferencias se hacen más grandes según la edad, nivel de escolaridad, e incluso número de hijos.
Por su parte, según la La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), las mujeres ganan 34.2% menos de media que los hombres.
Todos estos claros ejemplos de factores de riesgo psicosocial pueden afectar a la salud de los colaboradores y su desempeño.
Riesgos psicosociales
Cuando un factor psicosocial está bien, puede beneficiar a la persona. Por ejemplo, al hablar del estrés, podemos decir que nuevos proyectos, ascensos u otro cambio que represente un desafío puede beneficiar.
Otro modo de verlo es que el medio que rodea al colaborador es estimulante, hay compañerismo, buena comunicación, herramientas de trabajo adecuadas, entre otras condiciones. Entonces, mejora la salud, las relaciones personales.
Por el contrario, un factor psicosocial se convierte en un factor de riesgo laboral cuando altera la salud del trabajador o el desarrollo del trabajo. Se dan situaciones en el trabajo que pueden tener consecuencias negativas.
Conclusión
La salud del trabajador y el desarrollo de su trabajo en condiciones idóneas y seguras son responsabilidad del patrón.
Como hemos trabajado hoy, entre los riesgos psicosociales más frecuentes se encuentran: el estrés, el burnout y la brecha salarial.
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